Cuando hacemos dieta para perder peso, es muy típico que se nos aconseje alejarnos de los quesos por su contenido en grasa. Normalmente, podemos consumir queso blanco también conocido como queso de Burgos y similares, que nos aportan proteínas y un bajo contenido en sal y grasas. Por suerte, se sabe que entre la gran variedad de quesos existentes podemos consumir otras clases que no sean queso blanco.
Por ejemplo, los quesos en crema desnatados o bajos en grasas son ideales para untar o incluso elaborar deliciosas salsas, que podemos compaginar con nuestras recetas para la dieta. Lo mismo sucede con el queso Ricotta, el cual mantiene un buen aporte de proteínas, poca sal y tan solo un 5% de grasas. Otra buena opción son algunos quesos suizos semidesnatados, ideales para consumir en sándwich o en bocadillos.
Incluso podemos consumir quesos que aunque no son tan bajos en grasa, si son saludables al consumirlos con moderación. Entre ellos encontramos el queso Cheddar, el Camembert, el queso Parmesano o el queso Mozzarella. Dependiendo que queramos elaborar con ellos, serán más o menos adecuados.