En primer lugar debemos tener en cuenta que existen alimentos que hacen proliferar los malos olores corporales tales como el ajo, que además de provocar mal aliento al descomponerse en el organismo transmite unas sustancias que provocan que el sudor tenga un olor más fuerte de lo común. Las proteínas animales tienen un efecto similar y deben consumirse con cierta moderación y lo mismo ocurre con la col, que funciona del mismo modo que las anteriores pero además favorece la aparición de gases y flatulencias.
Para evitar los malos olores desagradables del cuerpo, es recomendable aumentar el consumo de frutas y verduras, así como los lácteos y los hidratos de carbono. No debemos hacer dietas en las que pasemos hambre ya que en esos momentos nuestro organismo genera cetonicos gracias a las reservas de grasa y se producen olores muy malos.
